Toda nota musical tiene su equivalente como silencio. Una representa el sonido y la otra su ausencia y ambas son igualmente importantes; no habría música alguna sin los silencios.
Por otro lado, dos notas pueden tener diferente sonido e igual duración y mientras que sus silencios correspondientes también duran igual tiempo, éstos están condenados a tener un mismo sonido: la nada.
Me pregunto si en el pentagrama las notas ocupan el lugar del alma, los silencios su ausencia y la música, la vida misma.
A Mateo, mi maestro de música, Santiago, enero del 2012
Nos guste o nó, la vida no tiene sentido sin la muerte.
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