lunes, 13 de septiembre de 2010

HISTORIAS DE LA INTERNET

Nacho es un hombre maduro y aunque esta bien acompañado porque tiene dos hermosas hijas, cinco nietos y algunas amistades, se siente un poco solo. Marina era su mujer, hasta que ésta falleció hace algún tiempo. Su rutina, a veces se torna monótona y aburrida; el gimnasio, las compras, los quehaceres de la casa, los clientes, los cursos y las largas caminatas por Santa Fe, terminan por cansarlo y cuando eso sucede, busca reparo en su sillón escuchando música, whisky en mano.

Vez pasada, leyendo un libro en El Ateneo, se encontró con un amigo de la facultad y éste, hablando de cosas de la vida, le dijo que ya se había jubilado. Marco, al cual se lo veía alto, elegante y juvenil, le comunicó que el secreto de su bienestar residía en su computadora, mas precisamente en la Internet, ya que gracias a ella, todas las semanas tenía una entrevista y siempre con una señora distinta, debido a que frecuentaba un sitio de encuentros sociales "on line" realmente maravilloso. Marcos, siempre muy entusiasta, con el ánimo de favorecerlo, le recomienda aprovecharse de estas tecnologías, que como siempre, están pensadas para los consumidores más jóvenes, pero que también es aplicable a personas mayores con éxito total. Nacho aún no sabe como lo hizo, pero animado por su amigo, se suscribió y se lanzó a la gran búsqueda.

Traicionado por su conducta matemática, empezó a estudiar cientos y cientos de perfiles femeninos y con la habilidad de un sociólogo estadístico, al final eligió la candidata que mejor se ajustaba a sus preferencias.
Bastó un simple mensaje para que lanzadera empezara a tejer la puntada inicial del intrincado tejido del “amor virtual”.
Si bien se escribían bajo un seudónimo que ocultaban sus identidades, ambos comenzaron una relación más que afectuosa, al punto tal, que ya no podían pasar un solo día sin comunicarse, sin decirse las cosas más bellas.
Al final de tantas palabras, en la piel de ambos se sentía la imperiosa necesidad de un encuentro personal y es entonces cuando Nacho desesperado se atreve a escribir:
“Cris32, te quiero ver, ya no puedo vivir mas sin ti, Nacho”.
Esa fue la última carta que escribió Nacho, porque la que recibió decía:
“Nacho, quiero que lo entiendas, lo nuestro ya no es posible, Marina.”
Autor: Santiago, 17 de mayo del 2010

El mismo cuento escrito en italiano en: http://permanoconsantiago.blospot.com

1 comentario:

  1. Interpretación del autor

    De la lectura se desprende que:
    1.-Nacho es un viudo que inconscientemente busca en el “cielo de la Internet” a su ex esposa llamada Marina (ver segundo renglón).
    2.-Nacho encuentra en esa inmensidad a la mujer que imagina, sin conocer la verdadera identidad de ella.
    3.-Nacho la encuentra y cuando se identifica, la mujer también lo hace como Marina.
    4.-Marina reconoce a Nacho y sabiendo que esta muerta le dice a él:"quiero que lo entiendas, lo nuestro ya no es posible”
    5.- Nacho lo entendió

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